Hay parejas que buscan descansar, sin mover un dedo. Otras quieren irse a lugares remotos, justo a ese destino de moda que siempre parece inalcanzable hasta que llega el momento de la luna de miel. Mientras, hay quienes necesitan un destino donde la naturaleza sea la protagonista y este es el caso de Québec.
Estas experiencias, que también son perfectas para disfrutar en familia, garantizan diversión, asombro y lindas fotos. ¿Lista para descubrirlas?
Osos negros en Charlevoix
Enclavada en el bosque de Charlevoix, y a los pies del parque nacional de Hautes-Gorges-de-la-Rivière-Malbaie, esta finca tiene mucho que ofrecer. Tendrás que recorrer una hora y media por carretera desde la ciudad para llegar al paraíso. Entre diciembre y marzo podrás pescar en hielo, ¿te imaginas? Mientras, si tu viaje es entre junio y octubre, ¡es época de osos! Siempre irán acompañados por un guía y aprenderás mucho de estos imponentes animales.
Rafting en el río Jacques-Cartier
Las expediciones sobre el río Jacques-Cartier, cerca de la ciudad de Saint-Gabriel-de-Valcartier, son muy socorridas. Según tu nivel, puedes pedir la actividad de baja o alta intensidad. El descenso de 9,6 km en la sección de Tewkesbury te pondrá a tope la adrenalina. Un tip: si contratas Raft & Spa, a la mitad del paseo te servirán un snack y, al final, una deliciosa carne asada. Para cerrar con broche de oro, la experiencia termina en el Spa Le Nordique Spa Stoneham, un concepto de bienestar integral.
El viejo puerto de Montréal
Esta zona, de por sí, es una parada obligada. Admira las vistas desde la rueda de la fortuna y no importa si hace frío, hay cabinas climatizadas. Si te atreves, tu pareja y tú podrán sobrevolar la ciudad sobre la tirolesa. En la zona, que también se puede recorrer en bicicleta, hay restaurantes, tiendas y muchos puntos de interés. Explórala con tiempo.
Vida silvestre en Outaouais
Cerca de la ciudad de Montebello, en la región de Outaouais, está el Parque Oméga, una gran reserva de casi 900 hectáreas. Encontrarás más de 20 especies de animales que viven libres y felices -entre ellos lobos, castores, bisontes, coyotes y ciervos rojos-. Hay una ruta de 12 kilómetros que podrán hacer por su cuenta, lo que toma casi dos horas. También hay senderos para caminar. Es muy importante que respetes todas las señales de seguridad.
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