Vaya costumbre que tienen algunos de esperarse a un día en el año para festejar las cosas. Ya sea a las mamás, a los niños y claro está, al amor, ¡se le celebra siempre! Eso sí, el 14 de febrero es un pretexto bonito para decirle a quienes queremos que resultan especiales en nuestras vidas, entonces, no hay que pasarlo por alto. Bien dicen que lo cortés no quita lo valiente… Dicho lo anterior, quiero recomendarte 6 hoteles divinos -todos boutiques- para decirle que sí al amor.

Arranquemos por Lo Sereno, Casa de Playa, una propiedad que está hasta arriba en mi lista de deseos. Se levanta en Guerrero, en la comunidad pesquera de Troncones. Bastará recorrer media hora una vez que aterrices en Zihuatanejo para llegar a este lugar, donde parece que el tiempo corre al son que le canten. Si quieres descansar, ¡es el lugar perfecto!

Sus 10 suites con terrazas, resultan el enclave ideal para los enamorados, que buscan privacidad, lujo y cercanía con la naturaleza. Regálense un rato para admirar el atardecer en la pérgola artesanal que tendrán disponible. Todos los detalles están cuidados. Esta propiedad, miembro de Design Hotels™, nos espera para rebasar nuestras expectativas.

Sigamos con la joya oaxaqueña Hotel Sin Nombre. Toma vida en una casona colonial de Siglo XVII, con suelo de cantera y un patio central. En las habitaciones, que apenas suman 18, encontrarás entre otros el trabajo de los maestros artesanos oaxaqueños y las muestras de artistas plásticos, como el fotógrafo Alberto “Negro” Ibáñez, presente a través de imágenes de desnudos en blanco y negro.

Toda la madera de este hotel viene de aserraderos certificados. Vayan a la Bibliotekita, con una selección de obras literarias de diversas temáticas y claro está, disfruten de la piscina cuya vista les permitirá apreciar los tesoros de la ciudad como Santo Domingo y la Catedral.

Continuamos esta lista de 6 hoteles románticos con una casa privada ubicada entre las aguas turquesas del Caribe mexicano y Sian Ka’an. Hablo de Casa Bautista, otro de mis objetos de deseo, con un principio sustentable de diseño contemporáneo y frente al mar.

La construcción, en forma de L, se funde respetuosamente con el entorno, lo que los hará sentir parte del mismo. Tiene acceso directo a la laguna de Campechén -por si se les antoja hacer kayak- y también, a una playa privada. ¿Hay algo más parecido al paraíso? Es como estar de casa, lejos de casa.

Continuamos con una propiedad que está en Mérida, un paraje lleno de historia y muy rica comida, dicho sea de paso. Hace apenas unos meses, se inauguró un hotel boutique en el corazón de la Ciudad Blanca: hablo de Cigno.

Su restauración, a cargo del arquitecto Roger González, da como resultado una casona yucateca del siglo XIX pero con el confort que requieren los sibaritas de estos tiempos. El patio principal con su alberca rodeada de una vegetación exuberante es un imperdible. Las sesiones particulares de yoga y los masajes de este hotel de 10 habitaciones, resultan la cereza del pastel.

Paramos ahora en una ciudad repleta de bodas todo el año: sí, en efecto, San Miguel de Allende. Y aunque la oferta hotelera aquí es amplísima, hay una propiedad que ha llamado mi atención. Se trata de Casa Hoyos, donde se mezclan los aspectos coloniales y la vanguardia con singular alegría.

Las 16 habitaciones, con diseño mexicano, están preparadas para recibir a los más enamorados. En la terraza BEKEB deleita con un original menú de mixología artesanal a base de agaves, plantas, flores y raíces. Para comer: tapas inspiradas en la culinaria nacional.

Y cierro este recorrido en el mar, porque no hay lugar que me guste más que donde se escucha el océano. Mi recomendación en Puerto Escondido es la Casona Sforza. Aquí se sentirán en equilibrio absoluto con la naturaleza, con un servicio que destaca el lujo sostenible con atención personalizada, la exclusividad y la privacidad.

Los espacios aquí son luminosos, siempre respetando el entorno. Las 11 suites son un tributo a la artesanía mexicana. Comer aquí con una sazón tradicional e ingredientes frescos es ya un referente para todo el lugar.