Te acaban de dar el anillo y no sabes qué sigue. Te sientes feliz pero abrumada. ¡Eso es normal! Organizar una boda, aún con ayuda de un experto, no es cosa de juego. Por eso, además de felicitarte, quiero decirte exactamente qué es lo que sigue antes de que empieces a enloquecer.

Primero debes tener en cuenta lo general. Sí, así como lo lees. No vale la pena atormentarte aún por el vestido o por el color del montaje. Define con tu pareja, antes, lo siguiente:

Fecha

Generalmente, no hay prisa. Es decir, todas las parejas quieren casarse YA pero es importante que antes, piensen en la fecha con detenimiento. Si van a dar el sí en la playa, eviten la temporada de lluvias y huracanes. Si la fiesta es de destino y estás ¨cazando¨ un puente, piensa que para tus invitados todo será más caro (los vuelos y el hospedaje). Toma en cuenta que, después de la boda, saldrán de luna de miel, así que si desean nieve, tendrán que dar el sí en invierno. Si vuelan a Europa, eviten el verano porque la temperatura convierte a algunas ciudades un infierno. Y eso, por mencionar algunos detalles…

Una vez que se pongan de acuerdo con el mejor día y el horario -es decir, si quieren una boda que arranque en la tarde o en la noche- podrán determinar el lugar.

Lugar de la fiesta

Esto aplica tanto para bodas de destino y en la ciudad donde viven: aparten con tiempo el sitio, porque hay espacios muy socorridos que se llevan con mucha anticipación. Vayan a visitarlo y regresen cuando haya un evento para que sepan cómo luce. Chequen los baños y hasta la cocina. Todos los detalles importan. Antes de firmar el contrato, vean las letras chiquitas.

Lista de invitados

Muchas parejas toman este paso como el 2, pues sabiendo cuántas personas van a invitar podrán determinar los lugares que resultan candidatos válidos. La hagas antes o después, hay que armarla juntos, dejarla reposar y retomarla. ¡Hay gente importante que olvidarás en la primera vuelta! Intenta evitar compromisos, en especial si son ustedes dos quienes cubrirán los gastos.

Ahora sí, a lo que sigue: una vez que tengas el lugar, la fecha y el número de invitados, hablen de dinero. El presupuesto es básico para los pasos restantes -que son muchísimos-. Puedo asegurarte que el monto que fijes en un inicio será rebasado, pero en ustedes está controlarse o endeudarse muchísimo.

Mientras que están planeando detalles de la boda, a la par y con tiempo, empiecen a buscar dos cosas: opciones de luna de miel y el lugar donde van a vivir. Si los dejas para el final, se les complicará la vida y nadie quiere eso.

Es normal que te sientas abrumada, pero todo saldrá bien. Ya lo verás. Delega, asesórate con expertos y disfruta el proceso.