Yo pensé que conocía bien este destino mexicano, pero qué va. Hace poco recorrí parte de sus encantos durante una semana y créanme que descubrí verdaderos tesoros. Creo, firmemente, que Los Cabos es EL lugar para decirle que sí al amor en cualquiera de sus formas: una escapada romántica, una boda de destino, un viaje de aniversario, la luna de miel o simplemente, una aventura para celebrar la vida.
En un vuelo que fue mucho más corto de lo que yo recordaba, llegamos al paraíso que funde de manera única el mar y el desierto. Nuestro primer hotel anfitrión fue Acre que, para sorpresa de muchos, no mira al océano y eso lo hace aún más especial. La propiedad está enclavada en un punto alto rodeado de vegetación. ¿Mi habitación? Una casa en el árbol. Cómoda, con una ducha al aire libre, paredes por donde se cuela el viento y una cobija eléctrica por si hace falta. Íntima, romántica, silenciosa, apacible, única. Ideal para el amor…

Acre también tiene villas de dos y tres cuartos con alberca privada y un patio donde bien se pueden celebrar cocteles previos al gran día.

No obstante, sus espacios al aire libre se llevan las palmas cuando de bodas hablamos. El jardín Los Agaves es un claro ejemplo de ello, además de varias terrazas que se internan en la jungla logrando ambientes románticos y muy naturales.

En Acre se come delicioso y este es otro gran punto a su favor -de hecho es famoso incluso entre los locales-. Además tiene un programa dedicado a animales rescatados que curan, cuidan y aman. Eso terminó de robar mi corazón. También hay actividades muy divertidas que podrás hacer con tus invitados como una clase de cocina. Nosotros preparamos mole (desde cero) y no es por presumir, pero nos quedó exquisito.

La agenda de este viaje nos guardaba muchas sorpresas así que luego de un sueño reparador en las alturas de mi Tree House, salimos a Montage, un hotel al que volvería una y otra vez sin dudarlo. Coincidimos con la visita de Fatma, la creadora de la línea Skin Design London, que llega a México en exclusiva para el spa de esta propiedad. Los famosos la aman y siguen al pie de la letra sus rutinas. Ya tengo algunos de sus productos y sí son puro lujo para la piel. Tuvimos un desayuno encantador y fuimos a explorar la propiedad.

a México para el spa del Hotel Montage. Montaje: Karla Casillas.
Si bien casi todos los hoteles en Los Cabos tienen espacios para bodas de 200 personas o menos, Montage se ubica en una zona donde hay un jardín que admite muchos más invitados. Además, aquí todo es exquisito y a la medida.

Montage presume, dentro de la propiedad, un venue cerquita del mar y salones que resultan un lienzo en blanco. Por si fuera poco, cuenta con amplias residencias para enlaces más pequeños o reuniones previas al día de la boda.

El spa de Montage ofrece una experiencia redonda de bienestar. Nos consintieron y Jorge, mi terapeuta, logró ponerme a tono con un masaje relajante inolvidable. Sus áreas húmedas ameritan al menos una mañana porque son lindísimas así que vayan sin prisa. Y sin querer, nos fuimos porque así lo demandaba la agenda: eso sí con una bolsa y una bata, hermosas, personalizadas. Y es que, especialmente en hotelería, la atención al detalle hace la diferencia y en este hotel saben muy bien cómo lograrlo.

Pasamos la tarde en The Cape Hotel y créanme que aquí el wow factor está garantizado desde la llegada: tiene una vista plena y extraordinaria al famoso arco de Los Cabos.

Se trata de una propiedad que tiene un feeling joven por su arquitectura y mood en general: la música, una mesa de billar a la entrada y un gran bar en el lobby. Tuvimos una comida muy rica y pudimos ver a las ballenas saltando a lo lejos. También, conocimos los espacios que tienen para dar el sí que son tan fantásticos como variados: una terraza en las alturas o en área de las albercas muy cerca de la orilla donde se hacen montajes de enseño.

El atardecer nos tocó, pintado de colores hermosos, en uno de los hoteles más emblemáticos de Los Cabos, el Grand Velas. Exploramos su propiedad hermana, Grand Velas Boutique, y me encantó. Se trata de un Todo Incluido sólo para adultos con poco menos de 80 habitaciones.

Los espacios en estas propiedades para bodas y celebraciones también son amplios, hermosos y su equipo experto se encarga de hacer realidad los sueños de la pareja en cuestión. Algo que debes saber es que en Grand Velas se come delicioso y que su spa es un referente en todo el país. Por cierto, pregunta por el mezcal de la casa, que es tan sabroso como simpático -por su nombre-.

Una noche más y tocó decirle adiós a Acre para irnos a nuestro segundo hotel anfitrión: Hard Rock. Mi amplísima habitación tenía una vista espectacular, llena de paz y contemplación.

En contraste, este resort Todo Incluido es fiesta y música, con memorabilia de famosos por todas partes.

celebraciones que se hacen antes y después del gran día.
Los espacios para bodas aquí son sorprendentes y prácticamente se puede hacer un montaje donde los novios decidan: terrazas, jardines, explanadas, salones. Y algo que tiene este hotel que resulta un plus, porque muy pocos cuentan con ello, es una capilla consagrada para ceremonias religiosas.

Luego de disfrutar de una cena exquisita y de un sueño reparador, el siguiente día de nuestra agenda continuó en Nobu, una propiedad de lujo que calificó como una de mis favoritas. Desayunamos cuales reyes y exploramos sus espacios. Todos son hermosos y se antojan como una gran opción para bodas de destino. Después de pasar por las albercas hay una fuente que nos guía hasta el mar, con unos macetones flotantes que resultan una especie de fogata en la noche. De verdad, es muy mágico.

Justo ahí hay una explanada que las parejas aman -con justa razón- y muy cerca, un jardín de gran capacidad para quienes quieren dar el sí ceca del mar pero sin tocar la arena.

Este es uno de los hoteles a los que iría sin motivo especial: no importa lo que se celebre, da lo mismo. Gozarlo es un regalo que todos debemos vivir al menos una vez.

Chileno Bay
Había estado en una propiedad hermana de este hotel en la Riviera Maya (Etéreo, ¿se acuerdan que me enamoré perdidamente de él?). Así que Chileno Bay resonaba en mi mente desde hacía tiempo y al fin pude disfrutarlo por unas horas.

Tiene muchas cosas especiales: tremendo encanto, muy buena atención, una playa en la que sí se puede nadar tranquilamente y restaurantes que se han ganado buena fama por sus delicias culinarias. El lunch fue en Yaya, uno de ellos, y doy fe de todas sus buenas calificaciones.

En Chileno Bay te recibe Tony, una hielera repleta de bebidas refrescantes para dar paso a un camino que te hace sentir de inmediato en el paraíso. Tiene un mirador muy lindo desde donde salen fotos únicas, una fogata de piedra que mira a mar, jardines para la ceremonia y un salón cuyas puertas corredizas dan la tan aclamada sensación de estar en la naturaleza pero bajo techo.

Aquí podrán nadar y hacer un poco de snorkel.
Su alberca es de foto -y para deleitarse con calma, así que me urge volver- y tiene un speakeasy ideal para celebrar con tus invitados por el amor.

Waldordf Astoria Los Cabos Pedregal
Tengo muchas cosas que decir respecto a este hotel y les daré un adelanto: no hay manera de llegar a él si no es a través de un túnel. Por esa misma razón, está custodiado por una inmensa montaña de rocas que lo hacen aún más privado y encantador. Tiene el restaurante más romántico de Los Cabos -del cual les hablaré más adelante- y es referente dentro de la cadena a nivel mundial por su servicio de excelencia.

Dicho todo lo anterior, ya tienen un panorama de lo mucho que me impresionó esta propiedad. ¡Es hermosa! Todo él es un contraste fantástico entre piedras, vegetación endémica, colores claros, maderas de tonos intensos y, como telón de fondo, el mar.

Tiene albercas infinitas que toman un carácter mucho más cautivador cuando cae la tarde y habitaciones amplísimas hasta con chimenea. Un tip extra: vayan a la tienda y compren las amenidades disponibles en las habitaciones, porque simplemente las amarán. Yo compré una crema de cuerpo y la guardo para cuando realmente quiero apapacharme después de un día de intenso trabajo.

El Farallón
¿Se acuerdan que unas líneas arriba les hablé del restaurante más romántico de Los Cabos? En efecto, se llama El Farallón y está en el Waldorf Astoria.

allegados el gran día. Montaje: Karla Casillas.
Su espacio es privado, al aire libre y serpentea con el mar, como dándose un beso de amor infinito. Su posición, sobre un risco, garantiza vistas de ensueño. La bienvenida se da con una copa de champaña porque aquí es de los lugares en México donde más burbujas se sirven.

Y claro está, es perfecto para entregar anillos e incluso, hacer la cena de la boda. La comida es exquisita, el servicio de primera y el lugar enamora tanto que acelera los corazones de la emoción.
Solmar Hoteles, mi mayor sorpresa
En este trabajo tan privilegiado que tengo, puedo decir sin temor a equivocarme que conozco casi todos los hoteles de México -aunque sea de nombre-. Solmar fue una gran sorpresa. No sabía que estas propiedades (porque son varias) existían. ¡Qué pesar porque están divinas! Pero, como decía mi abuela Josefina, nunca es tarde si la dicha es buena. Ahora estarán para siempre en mi radar.

Solmar es una empresa familiar, con muchos años de tradición, que tiene varios hoteles. Conocí un par así que tenemos una cita pendiente para explorar los demás. Nos recibieron calurosamente y nos llevaron directo al spa para un masaje relajante. ¡Cuánta dicha! Luego, nos fuimos al Grand Solmar Land´s End Resort & Spa Cabo San Lucas porque tienen un espacio para bodas que grita romance a los cuatro vientos.

Custodiados por esa gigantesca pared de piedras, estos espacios son tan privados que resultan ideales para dar el sí. Tiene un gazebo frente al mar y el arco a muy poca distancia. Todo es perfecto aquí para celebrar el día más importante de tu vida.

Veleros Beach Club
Para cerrar con broche de oro esta travesía por Los Cabos -que debe tener una segunda parte porque sé que faltó mucho por ver- fuimos a la apacible marina de San José, donde se aloja un club de playa con encanto para dar al por mayor. Pertenece al famoso y exclusivo hotel El Ganzo y también, a Crania, donde las celebraciones toman otra dimensión.

Este club tiene una comida exquisita y espacios amplísimos para hacer fiestas, bodas y despedidas de soltera. Así que no importa la hora y tampoco el motivo, aquí siempre las puertas están abiertas para celebrar momentos importantes de la vida con un lujo desenfadado y eso sí, muy exclusivo.

Mi espacio favorito de Veleros fue su pedraplén/jardín custodiado por altísimas palmeras. Hacer una boda aquí es la mejor decisión que podrías tomar. La sola belleza del lugar no demanda mucha decoración, porque el espacio es magnífico.
Proveedores de primera
Puedes tener la mejor locación pero una boda de destino simplemente NO es posible si, en el lugar donde te casarás, no tienes proveedores que estén a la altura de tus exigencias. Si deciden dar el sí en Los Cabos esto no será un problema en lo absoluto. ¡Al contrario! Visitamos a los mejores de la zona y, me atrevo a decir también, que son de las compañías más completas y profesionales que he visto en todo el país.

La primera visita fue al showroom de Del Cabo Weddings, que, junto a sus compañías hermanas, se ocupan de todo lo que necesitas para tu día más importante. Es más, me atrevería a decir que son hacedores de sueños porque diseñan cada detalle a la medida. Su variedad de mantelería, lámparas, muebles, platería, flores y todo lo demás es realmente sorprendente. Además, cada año cambian su inventario porque aman estar actualizados con lo mejor que hay en el mundo.

Su equipo, empezando por el fundador y alma artística detrás de este enorme proyecto Yahwe García, es empático, profesional y afable. De hecho pudimos compartir porque ellos montaron y participaron de la cena que tuvimos en Acre.

Ir a las oficinas de Del Cabo Weddings es algo así como pasar un día en Disney. Muchos estímulos hermosos, propuestas y disposición para materializarlas. Lo mismo pasa con sus firmas hermanas como Aria Vera Floral y Yaya Rentals.

También estuvimos en las modernas oficinas de Karla Casillas, una mujer llena de energía y grandes ideas, que resulta un referente en cuanto a eventos se refiere en Los Cabos. Siempre preocupados por el buen servicio y estar al día con las tendencias, esta compañía también tiene marcas hermanas que se encargan de todos los elementos que una boda lleva.

Su equipo estuvo a cargo de la cena que tuvimos en La Muralla y créanme que esa mesa es para recordar.

Los Cabos es una joya de México. Regala a plenitud sus encantos tanto a sibaritas como a los enamorados que buscan ese lugar especial. Además de sus innegables tesoros naturales que, sorprendentemente, resultan más variados que cualquier otro destino de playa, cuenta con talento humano de todas partes del país que saben bien cómo recibir a los visitantes: mucho más cuando se trata de celebrar el día más importante de sus vidas.
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