Las bodas frente al mar son mi debilidad y sé que también la de muchos de ustedes. Y es que a pesar del clima y las lluvias inesperadas en el verano, tener ese azul turquesa del caribe mexicano bien vale la pena. Además, todo depende del mes que selecciones para dar el sí y de las facilidades que tenga el hotel donde se celebrarán las actividades. Del éxito al fracaso en tu gran día sólo hay una línea que no debes cruzar y esto lo aseguras de la mano de verdaderos expertos. Hace poco aterricé en Cancún para conocer dos propuestas de Grand Palladium y hoy te lo cuento todo.

Mi primera parada fue en la propiedad de Riviera Maya. Este paraíso tiene varios hoteles de la cadena en la propiedad y todo dependerá de lo que busques para tu gran día o tu escapada romántica: GRAND PALLADIUM WHITE SAND RESORT & SPA, GRAND PALLADIUM COLONIAL RESORT & SPA, GRAND PALLADIUM KANTENAH RESORT & SPA y TRS Yucatan Hotel, una propiedad solo para adultos. Y en efecto, es como una gran ciudad de jardines exuberantes, piscinas infinitas, caminos que te llevan al mar y un abanico enorme de posibilidades.

Entre las joyas que me llamaron la atención de Grand Palladium en Riviera maya destacan tres: hay una iglesia bellísima consagrada (Nuestra Señora de las Nieves) con paredes amarillas que contrastan con los cielos azules y enmarcada en medio de un jardín tropical. También tiene a pocos pasos un gazebo para quienes prefieran dar el sí en una ceremonia simbólica.

Y sin duda, el spot que más me gustó es el gazebo de la playa -que no está en la arena- pero sí sobre un pequeño risco justo besando el mar. Este espacio es un must para los que se juran amor eterno con el sonido de las olas como banda sonora.

Hay otro espacio que probablemente no se parece a nada que hayan visto jamás y se coló en mi corazón para siempre. La propiedad tiene una alberca de agua salada que se funde con el mar y, alrededor hay un área donde bien se pueden hacer montajes para cocteles. No se lo pierdan por nada del mundo y dedíquenle al menos un día a este lugar.

Los pasillos y puentes que unen a las diferentes propiedades son, en sí mismos, espacios infaltables para la sesión de fotos. Además, son estos los que te llevan entre los manglares a la enorme franja de playa. Será emocionante descubrir poco a poco el azul que los espera.

Y hablando de las habitaciones, la mía en Riviera Maya fue enorme. Con sala de estar, un baño que ya todos quisiéramos tener en casa y una cama para disfrutar el mejor de los sueños, cuentan con todas las facilidades para hacer de la estancia una gran experiencia.

Después de unos días nos fuimos a la segunda propiedad: Grand Palladium Costa Mujeres. ¡Qué joya de hotel! Y es que te enamora desde la entrada, con espirales caprichosas que dan la bienvenida. Mi habitación, súper moderna, tenía una vista envidiable a la zona de jardines y albercas. En ella, el grupo de Weddings by Palladium me recibió con lindos regalos de bienvenida.

Este hotel también tiene sorpresas que me encantaron: muy cerca del edificio principal y de los salones para eventos, hay una especie de paseíllo que nos remonta al encanto de un pueblo mexicano. Aquí hay restaurantes de especialidades, una cafetería con dulces exquisitos y ¡una moderna iglesia que también está consagrada!

Además, hay un sistema de canales en los que se ofrecen paseos en embarcaciones que te acercan al mar. ¡Y eso es muy romántico! De hecho puedes reservar una cena en una de ellas. Sin duda, una experiencia que no se deben perder.

Grand Palladium Costa Mujeres tiene terrazas con muy buena altura y capacidad, frente al mar, para bodas inolvidables. También puedes hacer una fiesta en la arena, con todo y fogata, precio al gran día.

Como vecino, Grand Palladium Costa Mujeres tiene a TRS Coral Hotel. Debo confesarles que fue amor a primera vista. ¡Necesito volver muy pronto!
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