Hay lugares con los que te debes una cita, ya sea porque están en tu lista de deseos o porque, simplemente, no habías coincidido en tiempos. Con el hotel Etéreo, que se levanta en la Riviera Maya a escasos 30 minutos del aeropuerto de Cancún, me pasaban las dos cosas. Pero dicen que cuando algo se desea con todo el corazón, sucede. Por fin probé las mieles de este lugar que, dicho sea de paso, rebasó mis expectativas.
Este viaje en solitario sucedió hace algunas semanas, en un momento donde yo necesitaba paz. Tenía la certeza de que Etéreo me la daría y así fue. Me recibieron con una ceremonia maya de purificación y ahí, respiré profundamente por primera vez. Entre estructuras de piedras blancas, mucha amplitud, una tupida vegetación y un cielo azul pintado de algunas nubes, me guiaron a mi suite. Tuve un mayordomo para asistirme durante el viaje, porque a ese nivel se esmeran en este hotel para atender a sus huéspedes.
El wow factor de mi cuarto arrancó desde antes de entrar. Y es que afuera, en la puerta, hay un pequeño altar con elementos representativos que usaron en la ceremonia de bienvenida. Mi oasis durante los siguientes días incluía una suite espaciosa y muy bella con vista al mar. En ella, varias cosas me sorprendieron: termos para usar y luego llevar a casa, una botica con bebidas y todo lo necesario para preparar tus cocteles, amenidades artesanales que incluye también crema para después del sol, aromaterapia, una tina, un cono de copal, antojitos preparados por el chef de la casa -del cual les hablaré más adelante- y mucho más. Luego de un check in privado y rápido, dejé mi ropa de aeropuerto y me vestí de Caribe.
Los puentes, que atraviesan el manglar, tienen una función mucho más importante que la estética. Y es que esta propiedad está construida a varios metros de separación del piso para respetar el entorno. Basta con detenerse un instante en el andar para sentirse parte de la naturaleza.
Me acerqué al mar y me detuve en la piscina. Hay una exclusiva para adultos y justo ahí, me esperaba mi poolside cabaña. Tiene muebles muy cómodos, TV, bocinas, hamaca, camastros, minibar, bloqueadores solares y privacidad, algo que los lunamieleros siempre buscan.
Para chuparse los dedos
La oferta gastronómica en Etéreo merece un aplauso de pie. El michoacano Miguel Baltazar es el chef ejecutivo. Trae el amor por la cocina desde niño, cuando descubrió los sabores de México de la mano de su abuela Teresita. Después de viajar por el mundo, aterriza en el Caribe mexicano para deleitarnos con los sabores locales, de ingredientes sustentables y toques latinos. Che Che, El Changarro e Itzam, cada uno con su propia identidad, sirven exquisiteces dignas de los paladares más exigentes.
Bendito Spa
Cuando vi toda una mañana reservada en mi agenda para el spa, me causó mucha alegría y también, me intrigó. ¿Qué tanto se puede hacer en ese espacio? La respuesta es simple: arranqué el día con una CALMING SOUND BATH SESSION, un encuentro de reflexión y armonía a través de cuencos tibetanos.
Después, hice el circuito que ellos denominan como THE CLEANSE, que incluye un recorrido por las áreas húmedas haciendo tus propias mascarillas, exfoliantes y meditando con intensión a través de la aromaterapia y la música.
Sana, que es el nombre del spa, le hace honor totalmente al lugar. El masaje fue fantástico: personalizado y atendiendo a mis necesidades, fue la cereza del pastel para una mañana de relax absoluto.
Los espacios y las actividades
Estoy segura que te vas a enamorar de este hotel, tanto por el servicio como por su vibra. Los espacios también tienen mucho que ver en esta ecuación.
La playa es pacífica, limpia y amplia. Invita a darse un chapuzón sin duda alguna. Uno de los protagonistas es su muelle, donde se hacen eventos que parecen suspendidos sobre el mar.
Otro espacio fantástico para hacer tu boda es un jardín que mira al mar pero que no está sobre este (no todos aman la arena en los pies). Este espacio está inaugurando una cocina con hornos de leña al aire libre, así que podrás usarlo también para una cena previa o una comida posterior al gran día.
Y como plan B -que todas las bodas de playa necesitan porque el clima no le es leal a nadie- Etéreo tiene un salón de grandes ventanales que logran traer el exterior al interior.
To Do List
Este hotel es más que un hospedaje común: una estancia aquí representa una experiencia que provoca repetirla una y otra vez. Hay mucho que hacer, eso sí, a tu ritmo. Entre las experiencias que tuve durante mis días en el paraíso y que les recomiendo, están las siguientes:
ESPÍRITUS DE MÉXICO. Una cata con las bebidas más representativas de México (y no, el Tequila no está en la lista).
COPAL SUNSET RITUAL. Dile adiós al día de la mano de un chamán y desde las alturas, mientras reposas en una cama elástica apoyada en enormes troncos.
NATURAL FACE MASKS WORKSHOP. Aprende a hacer mascarillas faciales con ingredientes que seguramente tienes en casa.
TAROT SANA. Sí, y fue una experiencia memorable.
SESIÓN DE VIBRACIONES MÍSTICAS CON TAMBORES. ¿Alguna vez tocaste un instrumento de percusión y te dejaste llevar por la música? ¡Es el momento!
Además, puedes hacer actividades acuáticas, diseñar tu propia pulsera, asistir a la ceremonia del cacao y mucho más.
Tu boda, tu día
El equipo de Etéreo presta atención a los detalles. De esta manera, tu boda será justo como la soñaste. Este hotel lo tiene todo: la belleza natural, arquitectónica, los espacios indicados, la gastronomía y la excelencia en el servicio. Este será el principio del resto de tu vida y, te aseguro, es el lugar más indicado para hacerlo. Tanto ustedes como sus invitados se quedarán con el mejor sabor de boca. ¿Listos para el paraíso?
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