Todos los lugares a los que me lleva mi trabajo tienen su encanto. Eso algo que agradezco profundamente todos los días. Y a pesar de que no pierdo la capacidad de asombro jamás, hay propiedades que sí me roban el aliento de manera especial. Este es el caso del Conrad Punta de Mita Resort, un hotel que tal parece está hecho para el amor.
La bienvenida fue muy cálida. El lobby de esta propiedad es impresionante, amplísimo y presume obras de arte que querrás tener en casa.
Sin duda, ¡se lucieron con mi suite! Llegué a ella en un carrito de golf pero realmente está muy cerca caminando. Me quedé sin palabras: dos terrazas, jacuzzi, una sala y un baño justo como el que soñamos. De frente, ¡el mar! El encanto de esta habitación y la privacidad la hacen perfecta para una escapada romántica y claro está, para los lunamieleros.
Dejé las cosas en la habitación y salí a caminar por la propiedad. Luego, comimos en Paleta, un restaurante cerca de las piscinas, con un menú delicioso ideal para la tarde. Mis amigas, que sí aman la comida del mar, se dieron gusto con los ceviches. Yo devoré una tlayuda deliciosa.
Las puestas de sol en esta propiedad se ven como un gran espectáculo. Toma tu tiempo y disfrútala a la orilla del mar. Nosotros despedimos al astro rey y tomamos fotos que bien vale la pena enmarcar. Pasear por la orilla te llevará a parajes vírgenes súper románticos.
La cena del primer día fue en el restaurante Árbol. ¡Qué delicia! Te preparan las salsas en la mesa y es un espacio súper agradable. Por cierto, ahí desayunamos cada mañana. El bufete es muy completo y el pan dulce, un regalo divino.
Dos imperdibles
Aunque estar en el mar o en las albercas es un gran plan, Conrad Punta de Mita Resort tiene un par de actividades que amé con locura. La primera fue la cata de tequila. El experto te llevará de la mano por las mejores etiquetas del país. Además, la pasión con la que narra el proceso de elaboración de este elixir tan mexicano, hará que quieras saber más.
Y lo segundo, ¡el spa! Vaya espacio que han creado en este hotel para el bienestar. Puedes escoger un servicio al aire libre en las cabinas tipo nido que rodean a la alberca o, en una tradicional. Mi tratamiento relajante de 60 minutos fue justo lo que necesitaba.
Un lugar muy especial
El Conrad Punta de Mita tiene un restaurante que es el objeto de deseo de los sibaritas más exigentes. Se trata de Codex, donde se sirve lo mejor de la cocina mexicana con toques modernos. Además de un menú espectacular, todo en este espacio es perfecto para bodas íntimas y muy especiales. Un puente iluminado lleva a la pareja al lugar para una entrada de película. Está tan pegadito al mar que se escucha la música de las olas.
Y un tip: para ocasiones especiales, montan una mesa en el manglar. Aquí, los más románticos han propuesto matrimonio. El equipo se encarga de decorar una mesa de infarto a la luz de las velas.
En este hotel todos están atentos a tus necesidades. El servicio es realmente extraordinario, lo que resulta, aunado a todo lo anterior, en el lugar perfecto para un viaje de cualquier índole, en especial, para una boda de destino, una escapada romántica o una luna de miel.
Bien dicen que recordar es volver a vivir, y al escribir esto para ustedes, ¡ya quiero regresar!
Lo que debes saber
La zona donde se ubica esta propiedad tiene acceso controlado.
El hotel colinda con el campo de golf de Litibú, diseñado por Greg Norman.
Todas las habitaciones tienen vista al mar.
La mejor forma de llegar es aterrizando en Puerto Vallarta. ¡En 45 minutos llegarás a la propiedad!
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