No tienen idea de cuánto me agobié cuando estaba buscando mi vestido. Soy una novia XL y en aquel entonces -hace casi 15 años- la oferta de tallas era muy reducida. Fui a todas partes y nada, hasta que en una tienda departamental me encontré un vestido blanco que parecía nupcial, pero no lo era. Una amiga me prestó el velo, un lindo ramo y listo. ¡Al altar!

En aquel entonces no sabía todo lo que sé hoy. Y lo más importante: si te querías casar de blanco tenías de bajar de peso porque no había un vestido lindo en el cual entraras. Encontré un par de opciones espantosas que más bien eran un bulto de tul de muy mal gusto.

Con el paso de los años, mi experiencia en el mundo de las novias y la cercanía que tengo con el mundo de la moda, si tú eres una novia XL, te aconsejo lo siguiente:

Mantente abierta a las posibilidades
Me bastó irme de compras un par de veces con mi amiga Andrea Lozano, fashion stylist, para darme cuenta que lo que yo pensaba que se me veía bien y me favorecía, estaba muy alejado de la realidad. Todas sabemos cuáles son las partes que queremos esconder y creemos entender los modelos con las que nos vemos ¨más delgadas¨. Pero hazle caso a las expertas y no te niegues a probarte sus sugerencias: ¡te vas a sorprender!

Lleva sólo a tus más cercanos
Sin importar tu talla, cuando vayas a buscar tu vestido de novia, debes ser cuidadosa con las personas a quienes invitas. Si no son tus cercanos realmente, que te quieren, respetan y apoyan, mejor déjalos en casa. ¡Qué afán de llevar a la suegra, si la relación no es buena! Si acaso, a tu mamá, a tus hermanas y a alguna amiga sincera que te dice siempre la verdad sin herirte.

Ve a un lugar de tallas grandes
No tratas de meter tu cuerpo en un vestidito de Zara, ¿verdad? Lo ideal es irte a un lugar donde se especialicen en tallas grandes, porque no te sentirás frustrada de ver modelos que te gusten pero no te sirvan. Además, su personal sabe cuáles son las necesidades de un cuerpo curvy y te harán sentir cobijada, segura y feliz.

Aprovecha para probar o comprar los accesorios
El velo, los zapatos, la ropa interior. ¡Todo forma parte de tu ajuar! Si tienes algo heredado que quieras incluir, llévalo para ver cómo luce con el vestido que selecciones.

Disfruta el proceso
Roma no se construyó en un día. Si entre tus planes está bajar de peso pero estás clara que no lo lograrás para tu boda, entonces no te amargues. Un vestido de novia se compra una vez en la vida -al menos esa es la idea-, así que no es momento para reprocharte esos kilos de más.

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