Los novios hacen tremendo esfuerzo para que tú estés presente en tu gran día. Sin embargo (y no digo que seas una de esas personas), cometemos errores penosos que será mejor evitar.

Cómo ser el invitado perfecto

1. No debes pedirles a los novios una invitación extra. Recuerda que tienen una larga lista de personas pendientes antes de incluir a alguien que ni conocen.
2. No confirmes tu asistencia si sabes que no podrás asistir. Es, literal, dinero tirado a la basura para los novios.
3. Lo correcto es, en la medida de las posibilidades, comprarles un presente de la mesa de regalos. Ellos enlistan lo que necesitan -o se les antoja-. ¡Di no al roperazo!
4. No te vistas de blanco, a no ser que ese sea el código de vestimenta que los novios han decidido.
5. No llegues directo a la fiesta. Es importante acompañar a la pareja en la iglesia o en la ceremonia que decidan hacer.
6. No te lleves el centro de mesa. Las bases suelen ser muy costosas y los wedding planners le cobran a la pareja las que toman los invitados.
7. No te excedas con el alcohol y mucho menos, si sabes que pierdes el control.
8. Si te toca ofrecer un brindis por los novios, sé discretos, preciso y no saques a relucir eventos penosos del pasado.
9. Evita ser el centro de atención: esa fiesta tiene sus propios anfitriones.
10. No hagas preguntas incómodas como: ¿y para cuándo los bebés?
11. No seas el reportero del ex de ninguno de los dos. Aunque tengan buena relación, es algo poco sensible y muy desconsiderado.
12. No te ofrezcas a ser el fotógrafo ni el maquillista, a no ser que te dediques profesionalmente a eso y desees hacerlo.
13. Criticar (abiertamente) el montaje, la comida o la música, ¡no está bien!
14. Si vas a una boda igualitaria, jamás preguntar: ¨y aquí, ¿quién es el hombre y quién la mujer? ¨
15. No subas fotos o videos a tus redes si sabes que los novios son discretos y mantienen su vida personal lejos de los reflectores. Si no te aguantas las ganas, consúltalo antes.

Ahora sí, ya estás listo para ir, pasarla bien, disfrutar del evento y no mortificar a los novios.