Recordar es volver a vivir y Tailandia me dejó tan buen sabor de boca, que está en mis pensamientos más frecuentes. Mi estreno en aquel país repleto de historia, tradiciones y misticismo fue en 2018. El viaje de aquel entonces, especialmente planeado para exclusivos medios de comunicación, incluyó dos hoteles exquisitos al norte del país: el Four Seasons Tented Camp en Chiang Rai -un santuario para elefantes rescatados del que he escrito infinidad de veces porque me enamoró- y el Four Seasons Resort de Chiang Mai, un espacio de paz para el alma donde por cierto, aprendí a cultivar arroz.

Hay una tercera propiedad que apenas estaba en proyección y cuyo espacio vimos mientras navegábamos sobre el rio que atraviesa casi todo el país. Hoy, es ya una realidad que refuerza el aire moderno que embarga a la capital tailandesa. Hablamos del vibrante Four Seasons Hotel Bangkok at Chao Phraya River.

En palabras del diseñador principal Jean-Michel Gathy, de Denniston, este espacio es “en ocasiones dramático, en ocasiones íntimo, pero siempre carismático”. El hotel de casi 300 habitaciones presume techos altos que apuntan al cielo y paredes de vidrio, lo que da esa sensación que tanto nos gusta del exterior que se funde con el interior.

Para la decoración, se han usado artesanías locales y arte contemporáneo tailandés. Además, parte de la colección del propio diseñador. Hay un espacio que recorre desde el lobby hasta el río, donde se presentan exposiciones temporales en colaboración con el MOCA Bangkok.

La vegetación del hotel es impresionante. Las dos piscinas que miran al río son de los espacios preferidos de los huéspedes. Por cierto, aunque todas las habitaciones son bellas, los recién casados aman la suite presidencial de dos pisos y 450 metros cuadrados. ¡De ensueño!

A comer muy rico

Se me hace la boca agua sólo de pensar en la gastronomía tailandesa. Y este hotel le hace justicia. El Four Seasons Hotel Bangkok at Chao Phraya River tiene en sus filas a un genio de la buena comida: el chef ejecutivo es Andrea Accordi (con ocho estrellas Michelin). Pueden imaginarse entonces qué banquete…

No se pueden perder una mesa para dos en el cantonés Yu Ting Yuan, a cargo del chef Qiu Xiaogui. La decoración está inspirada en el arte moderno y abstracto. Y si como yo, amas las pastas, entonces deben reservar un espacio para el Riva del Fiume Ristorante donde el chef Enrico Maritan se luce.

Por su parte, con aires franceses, está el Brasserie Palmier del chef Nicolas Raynal. Para brindar por el amor, está el BKK Social Club que evoca el glamur de Buenos Aires con una coctelería de ensueño.

¿Y las compras?

Yo siempre le digo a los lunamieleros que guarden espacio en sus maletas, porque en el viaje se compran muchas cosas para el nuevo nido de amor. Al respecto, les tengo buenas noticias. Este hotel se levanta en una zona donde abundan los espacios de ventas de artesanías y también, desde el muelle privado -de donde salen paseos por el Chao Phraya, una actividad que tienen que hacer- hay viajes directos al ICONSIAM, el centro comercial más nuevo de la ciudad.

Como ven, todo está a pedir de boca. El Four Seasons Hotel Bangkok at Chao Phraya River es un hot spot perfecto para los lunamieleros mexicanos que aman Tailandia como destino para su primer viaje juntos. Por cierto, la vía más recomendable para llegar es a través de Aeroméxico con el vuelo México – Tokio -que operará diariamente a partir del 25 de marzo de este año-, conectando a través de Thai Airways. Otra opción es Thai Smile y otras aerolínea asiáticas.

Para cerrar con broche de oro

En la cena -magnífica, por cierto- donde conocí todo lo que les estoy contando sobre este hotel, el embajador de Tailandia en México nos comentó que ya sólo es necesario tramitar una visa online (Visa on arrival). Es sencillo y no se requiere hacer ningún trámite físicamente.

Ve deleitándote con las maravillas de este hotel y de Tailandia en general a través de sus redes sociales. Yo ya tengo un pie en el avión. ¿Y ustedes?